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Siempre tendremos un hueco en nuestro corazon humano, Edward.
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| -Nunca me había detenido a pensar en como iba a morir, pero morir en lugar de alguien en quien se ama me parece una buena forma de acabar.
La muerte es apacible, fácil, la vida NO.
Hola, soy Edward Cullen, No tuve oportunidad de presentarme la semana pasada. Tu debes de ser Bella.
-¿ Qué ocurre?
-No se bailar....
-Pues...podría obligarte
-No me das ningún miedo.
-Ja... No deberías haber dicho eso...
-Sueltate el pelo
-No servira puedo olerla desde el otro lado del campo
-Ahora que pasa iran a por mi?
Yo voy a estar contigo... ¿ no te basta con eso?
-Basta por AHORA.
¿ Quiénes son esos?
-Son los Cullen. Su padre es el doctor carlisle. Un padre-Casa mentero
-Puede que me adopte a mí.
-Dilo, en voz alta, dilo.
-Un... Vampiro?
-¿Tienes miedo?
-no
-Adonde vamos?
-Fuera del banco de nuves, debes ver como soy a la luz del sol.
-Y así es como el león se enamoro de la oveja...
-Que oveja tan estúpida
-Que león tan morboso y masoquista...
-No sabes el tiempo que llevo esperandote
-No se si podre controlarme
-Yo se que si, estoy aqui
-No lo agas porfavor... |
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Edward, Bella, Carlisle, Esme, Rosalie, Emmett, Alice, Jasper...
Todos los vampiros... y todos sus secretos...
¿Qué te queda por descubrir? |
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Hay tres cosas de las que estoy completamente segura.
Primera, Edward es un vampiro.
Segunda, una parte de él se muere por beber mi sangre.
Y tercera, estoy total y perdidamente enamorada de él. |
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De pronto,saltó una chispa de intuición en aquel silecion sepulcral y encajaron todos los detalles.
Algo que Edward no quería que supiera.
Algo que Jacob no me hubiera ocultado.
Algo que había hecho que los Cullen y los licántropos anduvieran juntos por los bosques en peligrosa proximidad.
Algo que, de todos modos, había esperado.
Algo que yo sabía que volvería a ocurrir, aunque deseara con todas mis fuerzas que no fuera así.
¿ Es que nunca jamás se iba a terminar? |
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No tengas miedo, le susurré.
Somos como una sola persona.
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfecto, tan auténtico.
No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
Para Siempre, concluyó. |
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